Categoría 3: Seguimiento de la tasa de adopción de cambios
Una vez que un proyecto de cambio se encuentra en la fase de implantación, medir el ritmo al que los empleados y las partes interesadas adoptan el cambio ayudará a calibrar el nivel de aceptación. Es un indicador de la eficacia de la gestión del cambio y ayuda a identificar las áreas en las que puede ser necesaria más formación o apoyo.
El principal indicador clave de rendimiento será la tasa de adopción de cambios en sí misma, que generalmente se calcula en las siguientes etapas:
- Determina el grupo afectado por el cambio: piensa en qué partes interesadas y empleados tienen que cambiar su forma de trabajar en el marco del programa de cambio. En contadas ocasiones puede tratarse de toda la organización, pero es más probable que sea un departamento concreto o un equipo dentro de ese departamento. Calcula el número de personas que forman parte de ese grupo.
- Define los criterios para la adopción del cambio: decide qué constituye la adopción total del cambio para las personas en cuestión. Puede que se trate simplemente de completar un curso de formación, pero es más probable que se trate de demostrar determinados comportamientos en su trabajo diario como, por ejemplo, el uso de un nuevo sistema. En los proyectos de cambio a más largo plazo, es posible que prefieras definir hitos que indiquen la adopción parcial del cambio.
- Recopila datos para indicar la adopción: busca fuentes de datos que indiquen si cada empleado ha adoptado plenamente el cambio en cuestión. Lo ideal sería que los datos de sistemas ofrecieran una imagen clara de la adopción, pero se pueden usar encuestas en algunos casos donde no se disponga de datos de sistemas.
- Calcula los porcentajes de adopción del cambio: divide el número de personas que han adoptado plenamente el cambio (según los criterios anteriores) por el número total de personas del grupo afectadas por el cambio. Luego, multiplica esta cifra por 100 para obtener la tasa de adopción del cambio como porcentaje.
Cuando uses los KPI de gestión del cambio para identificar qué empleados han adoptado plenamente el cambio y cuáles no, podrás utilizar esa información para enfocar la formación y la comunicación. A los que no han adoptado el cambio se les puede animar con más apoyo, mientras que los que sí lo han hecho podrían asumir el papel de embajadores del cambio y ayudar a sus compañeros en la transición.
Aun así, puede ser necesario apoyar a un empleado que haya adoptado plenamente el cambio para asegurarse de que no vuelva a caer en los métodos de trabajo anteriores. El responsable del cambio puede definir un criterio independiente para el cambio plenamente integrado y medirlo como un KPI adicional de gestión del cambio.
También puede ser útil medir la velocidad de adopción y el ritmo. Saber cuánto tardan los empleados en adoptar plenamente el cambio desde el momento en que se implanta proporciona una valiosa información sobre la eficacia del proceso.
En algunos casos puede resultar más apropiado medir la cantidad de trabajo o el porcentaje de tareas que se realizan con un nuevo proceso o sistema, en lugar de centrarse en la adopción individual. Puede ocurrir, por ejemplo, que todo el mundo utilice el nuevo sistema, pero únicamente para desempeñar tareas sencillas. Comprender esta tendencia permite al responsable del cambio adaptar el programa de formación y la estructura de recompensas para centrarse en tareas más complejas que también deben llevarse a cabo en el nuevo sistema.