Entonces, ¿cómo podemos detectar las oportunidades de mejora y equilibrar las exigencias de los clientes con nuestras necesidades de reducir costes y aumentar la eficiencia? Las métricas o indicadores clave de rendimiento (KPI) en la cadena de suministro son la solución obvia, pero hay más. Supervisar un conjunto de métricas unificadas mejora la coordinación organizativa y aumenta la agilidad, lo que en última instancia se traduce en una mayor satisfacción del cliente.
Estas son las cinco métricas clave que deberías seguir para optimizar la operación de tu cadena de suministro: